Por: Gloria Alicia Oliva
Los sistemas de asistencia
médica en el mundo requieren de una gran cantidad de sangre para cubrir todas
sus necesidades. En Cuba es posible obtener el valioso componente, gracias a la
voluntad de miles de personas que cada año la donan sin otro estímulo que la
satisfacción, de salvar vidas.
Nuestro país está entre los
pocos del mundo donde el cien por ciento de las donaciones son voluntarias. Los logros están sustentados en la voluntad
política de Cuba, con un sistema de
salud solido y una preocupación constante por el programa de sangre.
En esta noble tarea nos
involucramos todos, pero son los Comités de Defensa de la Revolución los llevan
la voz cantante. Los dirigentes de base conocen a los donantes, le dan seguimiento
y junto a los médicos de la familia identifican a los potenciales, como decimos
los cubanos “lo llevan de la mano”.
En fechas significativas e
importantes, como las que celebramos hoy, veintiocho de septiembre, los CDR y las Zonas desarrollan iniciativas para
resaltar el gesto de los donantes voluntarios activos. Considero que aún falta el estimulo para los jóvenes, esos que por primera vez extienden su brazo. Nunca debemos olvidar a los hombres y mujeres
que hoy ya no donan por la edad, pero que en el pasado garantizaron la sangre
en este país.
No hay dinero que pague el
gesto altruista de los donantes voluntarios, estimulemos a todos, el hecho de donar sangre es una actitud
responsable y solidaria, digna de imitar.
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