Comentario
Por: Gloria Alicia Oliva
Los que me conocen
saben que soy Licenciada en Lengua
Inglesa y no periodista pero por los avatares de la vida, hoy lo soy. En este
comentario me adentro en el difícil mundo deportivo y sin el permiso de mis colegas Kenia y
Agustín.
En este verano los fanáticos a los deportes estamos de plácemes. Comenzó con el Grand Prix de Judo de La Habana, le siguieron el Cliff
Diving en El Morro y la Copa Mundial de Football en Brasil. Después, vino la
Liga Mundial de Voleibol y luego el tope de baseball entre Cuba y Estados
Unidos.
El equipo norteño vino con un envidiable pedigrí, muchos
topes internacionales de preparación ganados y una muy buena participación en el torneo de
Holanda. Los nuestros, bien jovencitos
por cierto, se presentaron con una corta
base de entrenamiento doméstica y sin
grandes toleteros.
El tope comenzó en
el cuartel de Los Cocodrilos matanceros
y para nuestra satisfacción, los cubanos
salieron airosos. La lluvia, indeseada por la fanaticada pero necesaria,
fue la protagonista del segundo desafío, que se trasladó para el sábado en el
reluciente estadio de los Campeones Nacionales, el tsunami verde de Pinar del Río.
Los pitchers cubanos no creyeron en los numeritos que
traían los bateadores contrarios, con su hermetismo supieron imponer su valía y les colgaron varios
ceros, más de quince consecutivos. Magnifica fue la labor del pinareño Martínez,
comenzó descontrolado y sin
embargo los pintó de blanco en el
segundo choque.
No hubo jonrones por los cubanos pero nuestros bateadores descifraron los
rápidos y duros
lanzamientos de los universitarios ¡y
ligaron bien! Sin olvidar la ayuda que les brindaron los
errores de los contrarios, por su puesto.
Al campo, los del patio también jugaron bien, defendieron a
sus pitchers y no
cometieron errores en veinticuatro entradas consecutivas. Los mejores
por la isla, TODOS porque todos aportaron su granito de arena aún
cuando estaban en el banco.
A pesar de
las ausencias de los
famosos hermanos Gurriel, Duvergel y Cepeda contratados en el exterior y para
molestar a los incrédulos y a los que no confiaron en esta novena, el joven equipo Cuba, ganó el tope.