Por: Juan Carlos Romero
Ante la
llegada de las altas temperaturas y el aumento de las precipitaciones, la
familia santacruceña precisa extremar las medidas higiénico-sanitarias a fin de
evitar la transmisión de enfermedades diarreicas agudas, muy comunes en esta
época del año.
Lavarse
las manos, en especial antes de ingerir alimentos y después de ir al baño, y
ofrecerle tratamiento al agua para el consumo, ya sea hirviéndola o
suministrándole tres gotas de hipoclorito de sodio por cada litro, destacan
entre las imprescindibles en los meses de verano.
Tanto
particulares como estatales que elaboran alimentos deben utilizar los medios de
protección adecuados y manipular adecuadamente dichos productos. En los meses
de julio y agosto también se recomienda NO consumir pescados de dudosa
procedencia.
Los
vacacionistas también están obligados a cumplir las normas establecidas para el
cuidado de su salud. Es necesario conocer de antemano la calidad del agua de
playas, piscinas y ríos, pues nuestras mucosas constituyen una sensible puerta
de entrada de infecciones al organismo.
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